Y como no, contó con la participación de nuestra comparsa, la Llave de los sueños, una participación para mi, en este caso un poco más especial que el resto de las actuaciones que tendremos en este carnaval. Anoche tuvimos un sueño en el que le cantamos a mi niño, a mi primo, o como a él le gustaba que nos dijéramos a mi "pichón" Manuel Retamales. Recuerdo el día en el que Francis me cantó el pasodoble, me llevé toda la tarde temblando. Anoche tuvo el efecto contrario, anoche tuve paz y mucha tranquilidad al cantarlo, él estaba conmigo.
Es por eso que desde lo más hondo de mi corazón le quiero dar las gracias (porque otras palabras no me salen, mas que agradecimiento, cariño, orgullo...) a mi comparsa, por su apoyo, porque sin ell@s no sé si hubiera podido, sabiendo lo importante que era para mí cantarle a mi más que primo, hermano. A Francis Tinoco, por darme la oportunidad de subirme al carro, arriesgandose y confiando en mi, por sacar esa letra que le nació un día del corazón sin poder pararla, por darme su ánimo y apoyo hasta el último minuto. A Ángel Vizcaino, por "prestarnos" un cachito de su pregón, sobre todo a Manuel y a mi, que no me lo esperaba y a pesar de que me repitiera hasta la saciedad que me lo merecía, no era necesario porque a mi me nacía, imagino que igual que a él le nació dedicarme esos versos de su pregón, es por eso que le estaré eternamente agradecida. A Punta Umbría, porque quiso, quiere y querra a Manuel Retamales Martín. Y sobre todo a él, a Manuel Retamales Martín, quien me enseñó que en esta vida no se ha escrito nada de los cobardes, que hay que seguir adelante sea como sea, siempre con alegría y una gran sonrisa para los demás y que si quieres puedes, es por eso que anoche pude, porque quise; porque necesitaba seguir haciendo cosas por tí pichón, porque necesitaba seguir sintiendote cerca y lo conseguí, porque siempre estuviste apoyandome en todo y anoche no fue menos.
Sólo espero que les haya gustado a todos y disfrutaran igual que lo hicimos nosotras.